Tragedia en un zoológico de Brasil: joven fue atacado tras ingresar a la jaula de una leona 🦁

Un acto temerario, una tragedia inevitable

Durante este domingo 30 de noviembre de 2025, un suceso desgarrador conmocionó a los visitantes y autoridades del Parque Zoobotânico Arruda Câmara —también conocido como “Bica Park”—, ubicado en João Pessoa, estado de Paraíba, Brasil. Un joven de 19 años, identificado como Gerson de Melo Machado, logró vulnerar las barreras de seguridad del zoológico: escaló un muro de más de seis metros, sorteó rejas de protección y, ayudado por un árbol, descendió hasta el interior del recinto de una leona. 

A pesar de las advertencias de los visitantes que estaban horrorizados al presenciar lo que ocurría, el joven prosiguió con su decisión. Videos virales captaron el momento: mientras descendía por el tronco, el felino ya lo había advertido; segundos después, la leona lo embistió sin dudar. El ataque fue instantáneo, brutal, y el joven murió en el lugar debido a las graves heridas. 

¿Qué se sabe de la víctima?

Las primeras informaciones revelan que Gerson tenía antecedentes de problemas de salud mental. Algunos medios señalan que padecía de trastornos psiquiátricos, y que esta entrada al recinto podría estar vinculada a su condición. 

También se menciona que el joven habría expresado en ocasiones anteriores un deseo obsesivo de “convivir” con grandes felinos, e incluso había intentado, en algún momento, viajar clandestinamente a África para perseguir ese sueño. 

Personas cercanas, incluidos trabajadores sociales que lo atendieron, relatan su historia con tristeza: su vida marcada por la vulnerabilidad, la soledad y la falta de contención suficiente. 

El horror ante los ojos de los visitantes: videos y testigos

Las imágenes del ataque se viralizaron rápidamente en redes sociales. En los videos se aprecia cómo la leona, en cuanto ve al hombre descender hacia su hábitat, camina de prisa hacia el árbol, lo arrastra violentamente al suelo y tras eso se escucha el grito de horror de quienes observaban. 

Muchos testigos quedaron en estado de shock; algunos describen el ambiente como de pánico, con gritos, personas corriendo, niños llorando. Nadie podía creer lo que estaba sucediendo —un acto que parecía casi sacado de una película de terror. 

El zoológico, ante la magnitud de lo ocurrido, cerró sus puertas de inmediato. Se suspendieron todas las visitas y se activaron los protocolos de emergencia y contención, además de iniciar una investigación para determinar cómo fue posible que alguien burlara las medidas de seguridad. 

La respuesta del zoológico y la salud del animal

Las autoridades del parque aseguraron que, hasta ahora, la leona involucrada —identificada en distintos reportes como “Leona” o con nombre — no será sacrificada. Según los cuidadores, ella actuó de manera natural: al percibir a un intruso en su territorio, reaccionó como corresponde a un animal salvaje. 

No obstante, el felino quedó bajo supervisión veterinaria: se evalúa su estado emocional tras el stress del suceso, para garantizar que su bienestar no se vea comprometido. 

El parque también emitió un comunicado expresando su profundo pesar por lo ocurrido, manifestando solidaridad con la familia del joven, y anunciando su disposición a cooperar con las autoridades para esclarecer todos los detalles. 

Debate social: seguridad, salud mental y responsabilidades

Este caso ha reavivado un debate urgente sobre las medidas de seguridad en espacios que albergan animales salvajes, así como sobre la atención a personas con problemas de salud mental. Muchas voces cuestionan cómo fue posible que alguien entrara a una zona restringida sin que el control lo detectara. 

Al mismo tiempo, surgen preguntas cargadas de tristeza: ¿hubo fallos en el acompañamiento social o psicológico? ¿Fue una búsqueda desesperada de contacto con lo salvaje, un grito de auxilio? El entorno confirma que Gerson creció en condiciones difíciles, con carencias estructurales —algo que muchas veces se pasa por alto hasta que ocurre una tragedia. 

En redes y medios, los ciudadanos exigen mayor vigilancia en zoológicos, mejor infraestructura de seguridad y programas de atención más robustos para personas vulnerables. Este episodio evidencia que la seguridad de los visitantes, de los animales y de terceros depende tanto de barreras físicas como de políticas sociales efectivas.

Una advertencia dolorosa sobre los límites entre humano y naturaleza

Lo ocurrido en João Pessoa no debería verse como un simple accidente. Es una tragedia que sacude por su brutalidad, pero también por lo que representa: la ignorancia de los límites naturales, la fragilidad humana, y la mezcla de vulnerabilidad social con impulsos peligrosos.

La leona actuó con instinto: lo que según algunos pudo ser un “juego” o una “broma” de parte del joven, para el animal fue una amenaza real. Y el resultado fue fatal. La vida del joven se apagó, un zoológico se cerró, un animal quedó traumatizado, y cientos de testigos quedaron marcados.

Es una llamada de atención para todos: al respeto por la vida animal, al respeto por la fragilidad humana, a la conciencia social. Este suceso debe servir como advertencia: hay fronteras que no se deben cruzar si queremos evitar más tragedias. 🙏

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